La primera víctima política del portazo de la CUP a la investidura de Artur Mas se la ha cobrado la propia la formación anticapitalista. Su cabeza de cartel en las elecciones del 27-S, Antonio Baños, ha anunciado este lunes su renuncia al acta de diputado, ha explicitado su discrepancia con la decisión adoptada por su partido y, aviso a navegantes, ha dado a entender que seguirá en la política activa cara a las probables elecciones anticipadas. La marcha de Baños evidencia la honda fractura que ha provocado en la CUP el proceso de decisión sobre Mas, aunque no deja de ser paradigmática porque él ha sido, como portavoz de la CUP, quien más veces ha explicitado públicamente su rechazo al líder de Convergència.
El veto a Mas desgarra a la organización en el territorio
El paso dado por Baños supone un terremoto interno en la CUP que se une a la división que se constata en los territorios. Así, mientras la sección territorial de la CUP en las Terres de l'Ebre ha defendido la decisión de no facilitar la investidura de Artur Mas, la asamblea local de Arenys de Mar (Maresme) ha lamentado el posición adoptada por la organización y el concejal en Girona Lluc Salellas ha reconocido su decepción. El alcalde de Celrà (Gironès), Dani Cornellà, ha asegurado que el partido ahora "no le representa". El 'sí' a Mas era mayoritario en las asambleas del Nord Oriental, Maresme-Barcelona Nord, Penedès, Ponent-Pirineus o Vallès Oriental. El 'no', en el Baix Llobregat, Barcelona, El Camp, País Valencià, Ebre o Vallès Occidental.
En una carta remitida a la dirección de la CUP, y que la propia cúpula fue la encargada de difundir, Baños ha justificado su dimisión en que se ve "incapaz" de defender la posición aprobada por el consejo político cupero. "Una postura política discrepante con las ideas y objetivos por los que decidí presentarme como candidato a las elecciones del 27-S", argumenta en su escrito. Y reconoce su "frustración" por no haber podido convencer a la organización de que aceptase la propuesta de acuerdo político de Junts pel Sí y facilitase la reelección de Mas.
MANDATO INCOMPLETO
A juicio de Baños, el mandato de la "mayoría independentista" lograda en las urnas obligada, "sin dilaciones ni dudas", a abrir una legislatura que significase una "ruptura irreversible" con el Estado español y un "proceso constituyente popular y social". Y ello comportaba, añade, allanar la investidura de Mas: "Es evidente que no he sabido o no he podido cumplir este mandato y por eso me voy, con un sentimiento de frustración personal muy vivo que no puedo esconder". Ahora bien, cara al futuro, el exdirigente cupero avanza que seguirá vinculado al proceso soberanista con el objetivo de "fortalecer la base social del independentismo". "Esta es una labor de la que quienes queremos la república no nos podemos sentir desligados y en la que pienso seguir colaborando", concluye.