La CUP decide este domingo: o Mas o marzo

3.577 militantes anticapitalistas votarán investir o no al 'president'

La opción de nuevos comicios ya no asusta ni a CDC ni a ERC

Imagen del debate político que celebró la CUP el pasado 29 de noviembre en Manresa. / CUP / LLUÍS BRUNET

De todos los momentos imborrables que el proceso soberanista ha impreso en la retina de aquellos sufridos que lo siguen hora a hora, la asamblea de la CUP de este domingo ocupará, sin duda, un puesto en el podio. 3.577 sujetos, militantes y simpatizantes de una fuerza que hasta hace tres años no era parlamentaria, y cuyos votantes recibían en sus cuerpos más palos que respuesta a sus argumentos, decidirán si renuevan a Artur Mas como 'president', el líder del partido hasta hace nada hegemónico en Catalunya, o si se va a unas elecciones que, con toda seguridad, pondrán un punto y seguido al propio proceso. Porque tras tres meses de negociaciones discontinuas, de bonitas afirmaciones de que lo que importaba era el "qué, el cómo y el cuando y no tanto el quién" el debate del domingo se sitúa exactamente en donde estaba antes ya de la campaña del 27-S: Más Sí-Mas No.

Endavant y Poble Lliure  son los polos opuestos, los que se oponen y apuestan, respectivamente, por Mas 

En su libro-guia, 'Cop de CUP',  el hoy exdiputado David Fernàndez y el hoy diputado Julià de Jódar, explican la diferencia entre las dos grandes partidos que forman parte de la fuerza anticapitalista: Endavant y Poble Lliure, la nueva marca del Moviment de Defensa de la Terra (MDT). Según los coautores del libro, al final del último tripartito, el MDT defendía la necesidad de "dar el salto hacia una organización nacional más fuerte" y recoger los restos del naufragio que se auguraba a la ERC de Joan Puigcercós. Endavant, arraigada en las luchas urbanas, por su parte, 

Iceta no investirá a Mas si no hay acuerdo de JxSí y la CUP 

"A un gobierno que sigue una hoja de ruta como la que se presentó no le aprobaremos el presupuesto ni el orden del día. Que nadie se lleve a engaño: con un gobierno que tiene una hoja de ruta fuera de la ley, el partido socialista no colaborará". Así de contundente se ha mostrado el primer secretario del PSC. En una entrevista a Europa Press, Iceta ha cerrado cualquier puerta a que su partido pueda negociar la investidura de Artur Mas en el caso que la asamblea de la CUP del domingo dé la espalda al 'president' en funciones. "El 'no' de la CUP lleva a nuevas elecciones pero es una responsabilidad que corresponde a JxSí"

defendía una teoría "gradualista" por la que primero había que culminar la expansión municipal. Estas dos almas son las que se enfrentarán en Sabadell. Los unos (Poble Lliure, nacidos en el 2014), a favor de la investidura. Los otros, Endavant, visceralmente en contra.

LA 'CAMPAÑA' CUPERA

En las últimas semanas, históricos del MDT y de Terra Lliure, organización terrorista extinguida en los 90, manifestaron su apoyo a investir a Mas. El pasado lunes, con los resultados del 20-D aun calientes, Endavant (donde figuran los diputados Josep Manel Busqueta y Anna Gabriel) alertaba de que apoyar a Mas suponía dejar entrar el caballo de Troya de Podemos en el electorado de la CUP. Endavant tiene a Podemos en el rabillo del ojo por el mismo motivo que Poble Lliure (donde se halla otro diputado, Albert Botrán) no lo localiza en su campo de visión, porque comparten, los primeros, hábitat metropolitano. Los dos partidos son los que más han movilizado a sus fieles. El que lo haya hecho mejor se llevará el gato al agua. El pronóstico es incierto.

El #pressingCUP  ha sido inexistente en los días previos a la asamblea de los anticapitalistas

Y a todo esto, ¿qué piensa CDC? Será casual, pero el cerco mediático sobre la CUP ha sido, en las horas previas a la asamblea decisiva, inexistente. Nada que ver con #pressingCUP previo a los dos primeros 'no', los de la investidura. Es como si los esfuerzos de comunicación, liderados siempre por Francesc Homs, dentro o fuera del Govern, se encaminaran más a trasladar el mensaje de que la CUP es radical y poco menos que propio de fanáticos anticapitalistas que a ponderar la importancia de que haya ya un nuevo 'president'. Un presunto fanatismo y radicalidad, todo cabe decirlo, que debía ya existir cuando el propio Mas se abrazaba a David Fernàndez.

Fuentes de Junts pel Sí afirman que algunos, no todos, los negociadores o implicados convergentes en las conversaciones con la CUP han actuado, a veces, más en contra del acuerdo que a favor. Algo que se ha trasladado a la opinión pública con un  "con estos no se puede pactar". Más allá de posibles razones de partido, esta corriente de pensamiento puede ser auspiciada, también, por la casi seguridad de que, aun siendo investido, la legislatura de "transición", como la bautizó Raül Romeva esta semana contará con unos altibajos que dejarán el Dragon Khan del tripartito en una tracción para jubilados. Cabe recordar que la CUP ya ha dicho que, pase lo que pase, no entra en la discusión dar estabilidad (véase, aprobar presupuestos) al Govern. Tanto es así que, incluso entre ERC, hay quien piensa que si se da ese escenario, mejor ir a elecciones.

Tres rondas de votaciones

No a todo (pacto y Mas), pero agotar el plazo de negociación en busca de un candidato de consenso y, por último, otro No a todo y sugerir a Junts pel Sí que busque la abstención de otro grupo, que no podría ser otro que Catalunya Sí que es pot, aunque esta ya ha dicho repetidamente que no piensan apoyar a Mas.