La noche del 27 de septiembre una eufórica Inés Arrimadas celebraba que Ciutadans (C's) era la segunda fuerza más votada en las elecciones del 27-S en un hotel de Barcelona con simpatizantes del partido naranja. Desde el atril, Arrimadas exigió la dimisión del 'president' Mas y la convocatoria de nuevas eleccionesMas al Parlament. La jefa de la oposición apeló a los seis escaños que le faltaron a Junts pel Sí para lograr la mayoría absoluta.
A su lado se hallaba el líder del partido, Albert Rivera, ese día aún aspirante a la Moncloa. Rivera se sumaba a los cánticos de "dimisión", en referencia a Mas, y asentía con la cabeza cuando Arrimadas afirmaba que con este escenario lo único que podía hacer el 'president' en funciones era convocar nuevos comicios.
El 20-D ha presentado en España un escenario parecido al del 27-S en Catalunya, en cuanto a la ingobernabilidad se refiere. Rajoy necesita apoyos para ser investido, al igual que Mas. Ante estos resultados, Rivera insistió este lunes en que lo que importa es que "empiece la legislatura el 13 de enero", aunque sea con Rajoy en minoría. Para ello, el presidente de la formación naranja reclama al PSOE "que se moje". Rivera señaló como mejor opción la abstención del PSOE "por responsabilidad", igual que hará C's.
El partido naranja patina con el Ibex en Twitter
Este mismo martes, Ciudadanos se ha visto inmerso martes en una polémica en Twitter después de compartir en la red social, a través de la cuenta oficial del partido, una noticia del diario 'El Mundo' en la que se aludía a que las empresas del Ibex 35 reclaman a Pedro Sánchez y Mariano Rajoy "que antepongan el acuerdo a sus intereses". Este tuit, que ha sido eliminado posteriormente, ha hecho las delicias de aquellos que consideran que Ciudadanos es el "partido del Ibex".