El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se desplazó este viernes a Ávila, ciudad en la que creció y está enterrado el expresidente Adolfo Suárez. El candidato conservador ha dado un mitin en la plaza que lleva el nombre del que fuera líder de la UCD, junto a una estatua que le representa, acompañado de su hijo, Adolfo Suárez Illana, con el que ha visitado su tumba, en la catedral abulense. En este marco, ha reivindicado el espíritu de la transición y la Constitución, que en su opinión se puede “cambiar” pero con el mismo “consenso” que logró el primer presidente de la democracia.

Rajoy ha elegido Ávila como arranque de la caravana electoral para afianzar apoyos en una ciudad tradicionalmente fiel al PP y evitar la fuga de votos hacia Ciudadados partido que, según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), está empezando a robar escaños al PP (y al PSOE) no solo en las grandes urbes, también en las ciudades más pequeñas.

Hace poco más de un mes, Albert Rivera reunió también en Ávila a su ejecutivaAlbert Rivera, dentro de una carrera de gestos encaminada a erigise en el líder de una segunda transición: en el nuevo Suárez de la política española. Sin embargo, Rajoy invoca para sí mismo el espíritu de diálogo y el centro político que representaba el político abulense. “Reivindico su forma de hacer política”, sus "convicciones” pero también su "tolerancia” y mano tendida, ha señalado. Y, a modo de gancho electoral, se ha comprometido a gobernar teniendo en cuenta los principios de Suarez, si vuelve a reeditar su cargo.

UNIDAD EN LOS TEMAS DE ESTADO

Rajoy ha recordado que Suárez era un “patriota” y un “hombre de Estado” y, en base a ello, ha reclamado al resto de fuerzas políticas que, ante los “grandes retos nacionales, haya unidad”, poniendo como ejemplo el terrorismo y el desafío catalán. En este sentido, ha reiterado que mientras él sea presidente “la unidad de España ni se toca ni se negocia”, y ha recordado, citando explícitamente al 'president', que se deben cumplir las "leyes". 

LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN

Poco antes del 37 aniversario de la Constitución, ha puesto en valor la Carta Magna y, no se ha cerrado a su reforma, pero ha reclamado que cualquier cambio alcance “el consenso que consiguió Suarez” en la transición. Poco después, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha sido mucho más explícita al terminar el Consejo de Ministros. A su juicio, el escenario actual no es el adecuado para cambiar la Constitución, que solo se ha tocado en dos ocasiones, de forma muy concreta y siempre por exigencias europeas. “Se necesitan consenso y objetivos. Yo en estos momentos no veo coincidencia para alcanzar un consenso. Tampoco en los objetivos”, ha zanjado.

Rajoy ha recibido en Ávila el calor de Suárez Illana, algo que no supone una novedad porque el hijo del expresidente fue candidato del PP en el 2003. Suárez Illana ha sido diplomático y ha señalado que se lleva bien tanto con Pedro Sánchez como con Rivera, pero ha pedido el voto para el popular porque los “retos” que afronta España necesitan de sus "manos expertas”. Tras el mitin, el candidato conservador se ha dado un baño de multitudes y premeditadamente, en un mercado, ha evitado un puesto de C's pero también uno de chorizos.