Alicia Sánchez-Camacho sorprendió a propios y extraños este martes con la posibilidad de impulsar una moción de censura contra Artur Mas. Con este mecanismo, aunque el PPC (19 escaños) perdiera la votación, impediría que el 27-S hubiera elecciones, puesto que implicaría su aplazamiento, ya que el presidente de la Generalitat no podría firmar el decreto de convocatoria a principios de agosto. Sería una victoria pírrica, por cuanto el aplazamiento sería, según fuentes del Parlament, de, a lo sumo, 10 días.
Sin embargo, para poder llevarlo a cabo sería necesario que los populares contaran con el apoyo de otro grupo o con una quinta parte de los diputados (27 de 135) y pactaran un candidato alternativo. Tanto el PSC (19 escaños) como Ciutadans (9), rechazaron la iniciativa. Y Unió la consideró descabellada. A pesar de todo, Camacho explicó que su partido está "analizando" la posibilidad de promover la acción por "responsabilidad".