LA ENCRUCIJADA NACIONALISTA

Duran culpa del divorcio de CiU a la "inaceptable" actitud de CDC

El líder de Unió abre la puerta a concurrir en solitario al 27-S pero rechaza un congreso extraordinario

Josep Antoni Duran Lleida, ayer tras la reunión de la dirección de Unió. / FERRAN NADEU

Después de cuatro días de silencio, el líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, ha negado este viernes que su partido sea el responsable de la ruptura de la federación nacionalista y ha apuntado al proceso soberanista y al "inaceptable" ultimátum de CDC como culpables del divorcio. Es más, ha presentado a UDC como "damnificado político" de la hoja de ruta independentista de Artur Mas, aunque ha rechazado que esté "en guerra" con Convergència. Por ello, ha apelado a "recomponer" el catalanismo en torno al objetivo de una "consulta legal", como única vía plausible. En clave interna, el dirigente democristiano ha dejado claro al sector crítico de su partido que no es partidario de convocar un congreso extraordinario porque supondría "liquidar" la sigla de Unió.

"La respuesta de CDC [a la consulta de Unió] fue sustituir el diálogo por el ultimátum. Un ultimátum hecho público, además, sin dejarnos ningún margen de maniobra. Tiene tres días para aceptar la adhesión al 'sí-sí'. ¡Inaceptable! En el fondo y en la forma inasumible", afirma Duran en su carta web semanal a la militancia de UDC. A renglón seguido, deja un recado a sus exsocios: "No se puede actuar con estas formas si realmente se quiere llevar al país a la independencia. ¿Qué ejemplo de diálogo estamos transmitiendo a la UE y a la comunidad internacional? ¿Qué margen de decisión con un mínimo de dignidad le quedaba a Unió?".

Sobre el futuro de la federación de CiU, que Convergència ya ha dado por liquidada, Duran sostiene que "es la situación política la que divide" a CDC y Unió. "No estamos hechos para vivir cómodamente cuando la sociedad se bipolariza en blanco o negro, en buenos y malos", constata. Y concluye que su partido es víctima de este contexto político: "No estamos en guerra ni estaremos, afortunadamente. No hay ni víctimas mortales ni heridos a raíz de la actual situación, pero hay damnificados políticos, entre los que se encuentra Unió".

Una vez fulminada la federación, Duran deja abierta la posibilidad de que Unió concurra en solitario a las elecciones del 27-S, pero censura el propósito del ala independentista del partido de intentar forzar un congreso extraordinario para ver "quién se queda con la marca". "Hacer ahora un congreso no sería otra cosa que un instrumento para liquidarla. O desaparecería con la lista del 'president' Artur Mas o no se haría viable su futuro electoral si nos dedicáramos a hacer el congreso en vez de preparar la campaña por si tenemos que ir solos".