La federación de CiU no dispone de patrimonio conjunto. Cada partido tiene sus propias sedes. Cabe recordar que Convergència vendió hace unas semanas su cuartel principal situado en la calle de Còrsega de Barcelona y que tiene 15 sedes en embargo preventivo ordenado por el juez del 'caso Palau'. Por lo tanto, en lo que se refiere a patrimonio no hay nada que repartir.
¿Y qué pasa con el dinero? Más bien habría que decir que pasa con las deudas. La federación, como todos los partidos y coaliciones, recibe subvenciones públicas, y las destina en gran parte a sufragar los gastos de personal y, sobre todo, a pagar deudas (ascienden a 12,3 millones de euros). Y esto es lo que habría que dividir. En función de la representación de cada fuerza, se dividirían de forma proporcional las ayudas y cada partido asumiría una parte de la deuda con los bancos que ahora es conjunta.