El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha defendido este jueves un soberanismo "no intransigente" como apuesta cara al futuro de Catalunya y ha insistido en que en todo momento del proceso se mantendrá la puerta abierta a la negociación. Mas se ha postulado como el mejor conductor del llamado proceso soberanista: "Dado que alguien tendrá que llevarlo, mejor que los que estén tengan las ideas claras; yo soy escéptico respecto a que el Estado tome la iniciativa, mande quien mande, para aportar soluciones, pero no soy intransigente. Otros quizás serán no solo escépticos sino radicalmente intransigentes".

En su intervención en las jornadas del Cercle d'Economia en Sitges (Garraf), el 'president' ha asegurado que en todo momento el proceso soberanista se tendrá que negociar con el Estado, para que se llegue a un "win-win", un beneficio para ambas partes. "Alguien tiene que canalizar esto de la mejor manera posible", ha añadido a la hora de defender que CiU haya optado por la vía independentista tras años de defensa de la estrategia del 'peix al cove', la negociación con el Estado de avances en el autogobierno.

REPARTO DE BENEFICIOS

En clave económica, Mas ha sacado pecho de la polítcia social del Govern pese a estar "ahogado" por el Estado, ahogo que ha considerado que es una de las razones por las que el PP ha perdido apoyo en sus comunidades autónomas. "Ha sido una autolesión", ha explicado gráficamente.

El 'president' ha reclamado ante los empresarios reunidos en Sitges que la recuperación económica, que ha dado por segura, se haga de forma que "seamos capaces de distribuir bien los beneficios de la recuperación". "Mejor salir juntos de la crisis que no ir buscando beneficio muy rápido de algunos", ha dicho.

Mas ha fijado como retos de futuro la governabildiad en un mapa político mucho más "fragmentado".