Objetivo: frenar las elecciones

Rajoy y Sánchez confían en que Mas acepte la oferta de Iceta y acabe la legislatura

El PSOE se reúne hoy en Zaragoza para abordar la reforma de la Constitución

COLAS TRAS UNA SEMANA. Decenas de ciudadanos esperan ante el Palau Robert para participar en la consulta del 9-N, este sábado. / JOAN CORTADELLAS

Un cargo del PP se lamentaba esta semana: «Mas ha hecho una de las mejores precampañas electorales de la historia, ¡y con el apoyo de su principal rival [el líder de ERC]! Les ha pasado la mano por la cara a los dos: a Rajoy y a Junqueras».

Artur Mas ha rentabilizado al máximo el 9-N y el resto de dirigentes políticos, en Catalunya y en Madrid, están en estos momentos a expensas de lo que decida hacer. El president ha puesto ya la fecha para revelar sus planes. Será el día 25 en el Auditori del Fòrum, donde Mas presentará «su visión» sobre el «escenario posterior al 9-N», según informó el viernes la Generalitat.

Ese día, en el PP y el PSOE cruzarán los dedos para que no anuncie un adelanto de las elecciones. Fuentes consultadas en esos dos partidos confían en que, si el president agota la legislatura hasta el 2016, haya margen para encontrar una solución política al auge del independentismo.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reúne hoy en Zaragoza a sus dirigentes territoriales para abordar este asunto. En su carpeta hay una reforma de la Constitución, aunque la planteará por partes y con mucho tiento, ya que un rechazo frontal del PP y de los nacionalistas anularía esta opción durante una etapa larga. Rajoy dice que no la ve factible, porque a su juicio no colmará las expectativas de los independentistas, pero invita a Sánchez a que lo intente.

CASOS DE CORRUPCIÓN Y PARO / Además, ni al PP ni al PSOE ni al PSC les conviene que los catalanes vuelvan a acudir a votar, porque todos tienen demasiadas heridas que curar. A Rajoy, acosado por los escándalos de corrupción y con una economía lastrada por el desempleo (4,5 millones de parados), le va mejor dejar pasar el máximo tiempo posible hasta el próximo examen ciudadano.

En el PP y en el Gobierno hay coincidencia en cuanto al camino a seguir. El partido y el Ejecutivo confían en la mano que Miquel Iceta, primer secretario del PSC, le ha tendido a Mas. Iceta necesita margen para poder recuperar las siglas del partido en Catalunya después de una etapa en la que parecía que llegaba a la desintegración, y está dispuesto a implicarse al máximo para conseguirlo.

ICETA SERÁ «SAN ICETA» / El jefe del Ejecutivo central, que ha hablado de esta opción con Sánchez en varias ocasiones, desea que Iceta pueda convencer a Mas para que se apoye en él con el objetivo de sacar adelante unos nuevos presupuestos autonómicos y acabar la legislatura. Viendo el tirón de Mas en estos momentos, hay quien en el PP bromea y ya dice que, si lo logra, al líder del PSC se le podrá llamar «San Iceta».

Rajoy también quiere comprobar cuanto más tarde mejor si el presidente de ERC, Oriol Junqueras, como señalaban los estudios demoscópicos de estos últimos meses, puede ser el sucesor de Mas al frente de la Generalitat. Junqueras, al ver la vuelta que Mas ha conseguido darle a la situación, ha dejado atrás la declaración unilateral de independencia (DUI) y ya está defendiendo la proclamación de la independencia inmediata para volverse a desmarcar del president. Rajoy ni siquiera respondió el pasado miércoles cuando se le preguntó en la rueda de prensa que dio en la Moncloa si temía ese posible escenario.

Si Mas convocara elecciones anticipadas y Junqueras resultara ganador, el presidente del PP llegaría a las municipales y autonómicas de primavera con una dificultad añadida, sin olvidar que a finales del 2015 se convocarán las generales.

A Rajoy, que estos días está participando en la cumbre del G-20 que se celebra en Australia, no le va mal que Mas no haga públicos sus planes hasta el día 25. El presidente del PP necesita un tiempo para «bajar el suflé», asegura un portavoz de la Moncloa, aunque en la sede del Gobierno temen que ese suflé se desborde en cualquier momento ante la acción (o inacción) de la fiscalía. El ministerio público, según anunciaron varios dirigentes conservadores a principios de semana, prepara una querella contra Mas, pese a las resistencias de los fiscales catalanes.

IRRITACIÓN / El sector más duro del PP ha mostrado su irritación por que la consulta se acabara celebrando aunque no tenga ningún efecto jurídico. Según fuentes del partido, cuando estos últimos meses escucharon a Rajoy y a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, decir una y otra vez que el referéndum del 9-N era «ilegal» y que no se iba a va a celebrar, «entendieron que no iba a haber ni urnas ni papeletas».

La opción de la Generalitat de descargar en la sociedad civil la organización de la consulta en el último momento (un plan al que el miércoles 6 y el jueves 7 el Gobierno central, por boca de los ministros de Interior y Justicia, dio su bendición) no se ha digerido bien entre los dirigentes más críticos con Rajoy.

Esta presión interna y el miedo a que cualquier gesto de aproximación a Catalunya haga perder votos al PP en el resto de España dificultan los movimientos del presidente del Gobierno a corto plazo, según fuentes de la Moncloa.

Por ahora, y hasta que Mas no desvele sus planes, Rajoy se mantendrá a la expectativa. «Seguirá volcado en la economía, que interesa a todos los españoles, y también en las medidas de regeneración democrática para evitar la corrupción que defenderá el próximo día 27 en el Congreso de los Diputados», explican fuentes gubernamentales.