Quim Brugué, catedrático de Ciencia Política, experto en participación, recientemente nombrado uno de los siete miembros de la comisión de control de la consulta del 9-N, ha renunciado a formar parte de este organismo, que sería el equivalente al de la Junta Electoral en unos comicios convencionales. Brugué fue nombrado a propuesta del grupo parlamentario de ICV-EUiA y fue el máximo responsable de participación en la etapa de los gobiernos tripartitos.
En un mensaje en Twitter, Brugué explicó el domingo por la noche, después de que avanzara la noticia el digital Crític, que no se dan «las garantías democráticas» para el 9-N. En otros mensajes añadió que se pida votar y al mismo tiempo "decir cuál será el voto", es decir, el sentido del voto. Y puso como ejemplo los gritos favorables a la independencia en el acto de entrega al 'president' Artur Mas de las mociones favorables al 9-N de más de 900 municipios. "Quisiera honestamente contribuir a la consulta. Pero no a cualquier precio", afirmó en otro mensaje.
Fuentes de ICV mostraron este domingo su respeto a la decisión del catedrático. Y añadieron que «es razonable» pensar que la consulta no se puede llevar a cabo con las garantías democráticas necesarias.
Este domingo también tuvo lugar una reunión de la comisión de control que, según fuentes conocedoras de la misma, se prolongó durante cuatro horas. Y se llevó a cabo con el mismo hermetismo con el que se están desplegando todas las decisiones del 9-N desde el acuerdo de los partidos y el Govern del pasado viernes tras una reunión de siete horas.
La comisión de control es un elemento clave en la preparación de la cita con las urnas del 9 de noviembre. Fue aprobada en un tumultuoso pleno del Parlament el pasado miércoles, con el rechazo frontal del PSC, PP y Ciutadans, que afirmaron que era ilegal desarrollar los preparativos de la consulta una vez fue suspendida por el Tribunal Constitucional. Posteriormente, no sin cierto suspense previo, Mas firmó el decreto por el que entraba en vigor la comisión a partir del pacto entre los grupos de CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP.