El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha mantenido este sábado por la mañana su agenda privada en Pekín y ha visitado la Gran Muralla china. Pese al interés informativo, Rajoy ha declinado hacer declaraciones ante las cámaras y, en una conversación informal con periodistas, ha vuelto a repetir que el Gobierno se va a limitar a hacer lo que ya advirtió al 'president' Artur Mas el año pasado, cuando anunció la consulta y las dos preguntas. Esto es: recurrir ante el Constitucional y conseguir, previsiblemente en poco más de dos días, la suspensión del referéndum. "Mas se ha metido en un lío, ya le avisamos de lo que iba a pasar, que es lo que siempre hemos dicho, supongo que pensaba que íbamos a recular", ha declarado en una de las miles de almenas de la muralla.

Rajoy, que ha partido de Pekín hacia España a la una de la tarde hora local (las 7 de la mañana en la península), tiene previsto llegar a Madrid al anochecer, después de una visita oficial de 72 horas a China.

Pocas horas antes de la firma de convocatoria, el presidente ha vuelto a mostrarse seguro en su estrategia de no ceder ni un milímetro ante el desafío de Mas. "Hay que pensar en las consecuencias de tus actos", ha afirmado, en referencia a la responsabilidad de los políticos.

El jefe del Ejecutivo central no cree que el 'president' vaya a violentar la ley, pero asegura no saber qué salida tomará Mas. Las elecciones anticipadas y la formación de un Gobierno de concentración con los partidos independentistas (y algunos dirigentes del PSC y de Unió, ha apuntado) son dos opciones que están sobre la mesa, aunque no considera que ninguna de las dos sea fácil. 

Rajoy ha mantenido su viaje a China y esta visita privada a la Gran Muralla para dar imagen de normalidad y no mostrar inquietud ante la convocatoria del referéndum.