El PSC ha proseguido este jueves con sus equilibrios en la cuestión soberanista y ha marcado distancias con el PPC para defender el derecho a decidir de Catalunya y evitar, de paso, el peligro de un nuevo cisma en el grupo parlamentario. Justo una semana después de votar junto a los populares en contra de la solicitud del referendo al CongresoCongreso, los socialistas han ayudado a tumbar una moción del PPC que rechaza la consulta y han defendido una enmienda que aboga por el diálogo entre gobiernos para negociar un referendo legal.
La moción del PPC insta al Govern de Artur Mas a "respetar el marco constitucional" y a "abstenerse de llevar a cabo toda actividad preparatoria de un referendo y evitar la disposición de recursos presupuestarios para financiarlo". En cambio, la enmienda del PSC llama a la negociación entre los gobiernos central y catalán y reclama el cumplimiento de la moción aprobada el pasado 13 de marzo a favor de una consulta legal y acordada, que contó con el apoyo de CiU, ERC, PSC e ICV-EUiA.
Evitar otra indisciplina
Según fuentes socialistas, solo si los populares hubieran aceptado íntegra la enmienda, hubiesen votado a favor de la moción, cosa que a priori ya parecía muy improbable por la incompatibilidad de los redactados de uno y otro texto. De esta manera, el partido de Pere Navarro ha evitado aparecer nuevamente de la mano del PPC y Ciutadans y ha abortado el riesgo de una nueva ruptura de la disciplina de voto por parte de los tres diputados díscolos: Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura.