El PSC ha salido muy enfadado del debate de política general del Parlament por la estrategia de CiU, ERC e ICV-EUiA de pactar una resolución que va más allá del manifiesto por el derecho a decidir redactado por el expresidente del Parlament Joan Rigol. El primer secretario de los socialistas, Pere Navarro, ha tildado esta jugada de "traición" y ha dado por rota la unidad en torno a la consulta. "Hay un antes y un después", ha proclamado.

En la apertura de la primera convención programática del PSC, que se desarrolla este sábado en Tarragona, Navarro ha acusado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y a Esquerra e Iniciativa de "romper la confianza y la unidad" que se había forjado con el texto de Rigol, que fue aprobado con el voto también de los socialistas. Ese documento se limitaba a reivindicar el diálogo y el respeto a la legalidad en el proceso soberanista.

"Un antes y un después"

En cambio, la resolución de CiU y ERC, que contó con el apoyo de ICV-EUiA y la CUP, también se comprometía a solicitar formalmente la consulta en el Congreso y fijaba un plazo de tres meses al Gobierno central para negociar su convocatoria. "Ha sido una traición y una falta de respeto al 'president' Rigol que supone un antes y un después, que no nos vuelvan a exigir unidad", ha zanjado Navarro.

El PSC celebra este sábado la primera de las convenciones para reformular su proyecto, que está centrada en las políticas sociales y económicas. Unas 600 personas, según el partido, participan en los debates, de los que deben salir un conjunto de propuestas cara a futuros programas electorales. Navarro ha animado a sus bases a construir una alternativa sólida a las políticas de austeridad para que los socialistas "lideren la regeneración democrática".