El Gobierno español da por aclarado el conflicto con Lituania y Letonia por el plan soberanista catalán

Los embajadores se han retractado y han atribuido la interpretación de las declaraciones a problemas con el idioma

El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, el pasado jueves, en rueda de prensa. / Zipi (EFE)

El Gobierno central considera cerrado el contencioso con las repúblicas de Lituania y Letonia, que, en boca de sus presidentes, han expresado su apoyo implítico al proceso de autodeterminación de Catalunya. El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha recibido a los embajadores de las dos repúblicas bálticas en su despacho este lunes y, según han informado fuentes de la parte española, los representantes han atribuido las manifestaciones de sus presidentes a interpretaciones equivocadas y problemas con el idioma. Según estas fuentes no oficiales, los dos embajadores se han retractado y se han comprometido a hacer un comunicado que, en el caso de Lituania, ya se ha hecho público.

Margallo ha recibido a los dos representantes por separado. A las 09.30 horas se ha reunido con la embajadora de Lituania, Audra Plepyté, con quien ha charlado unos 20 minutos. A la salida, la embajadora no ha hecho declaraciones, pero pocos minutos después la embajada ha hecho público un comunidado en el que matiza las manifestaciones de su presidente y asegura que "los medios de comunicación españoles" han hecho "una tendenciosa y errónea interpretación de la posición lituana. "Todos los asuntos domésticos deben ser solucionados según las medidas democráticas legales, que existen en el país, respetando la Constitución".

A las 12.30 horas le ha tocado el turno al embajador de Letonia, Janis Eichmanis. Este también ha estado 20 minutos y ha anunciado que a lo largo de esta tarde hará público otro comunidado. También ha apuntado que ha sido una reunión agradable y ha explicado que debe ser Margallo quien diga si está enfadado o no con la postura de su Gobierno.

Todo tiene su origen en las entrevistas que la Agència Catalana de Notícies hizo a los dos primeros ministros y en las que se les preguntó acerca de la Via Catalana, inspirada en la que organizaron sus paises. El lituano Algirdas Butkevicius defendió que "cada país tiene derecho a la autodeterminación", mientras que el primer ministro letón, Vladis Dombrovskis, abrió la puerta a un reconocimiento de la independencia de Catalunya "si hay legitimidad en el proceso".