ENTREVISTA

David Fernàndez: "Camacho cobra 500 euros al día y yo, 39"

La entrada de la CUP en el Parlament ha comportado una bocanada de aire resco en una institución poco dada a los discursos revolucionarios

Las camisetas reivindicativas del diputado y sus citas animan más de un pleno de la Cámara

El diputado de la CUP David Fernàndez. / JULIO CARBÓ

En su estreno en el Parlament, a la primera persona que David Fernàndez (Barcelona, 1974) se encontró en el lavabo fue al 'conseller' Felip Puig. Le saludó con un «Bon dia, honorable», a lo que el dirigente convergente le contestó que no hacía falta que le dispensase tal trato. «Bon dia, senyor conseller», le insistió el diputado de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP). Puig le replicó que le podía llamar por su nombre. Al final, la escena de urinario acabó con un «Bon dia, senyor Felip Puig».

Para hacerse una idea de la tirantez del momento sirva de dato que en el despacho que comparten los tres diputados de la CUP cuelga un póster dedicado al titular de Empresa i Ocupació y no precisamente para elogiarle. La animadversión que Puig despierta entre los miembros de esta organización se remonta a su etapa como 'conseller' de Interior, cuando siempre negó que los Mossos d'Esquadra hubiesen lanzado balas de goma en la manifestación del 14-N en la que Ester Quintana perdió un ojo. En cambio, el nuevo responsable de Interior, el democristiano Ramon Espadaler, ha apartado a siete agentes que actuaron ese día.

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