Cuando el presidente de la Generalitat, Artur Mas, expresó su voluntad de internacionalizar el conflicto si el Gobierno español mantenía su rechazo a la consulta, el PP le acusó de recurrir a la "perversidad" del lenguaje de ETA .
Han pasado los meses y, más allá de encontronazos dialécticos, el Ejecutivo de Mariano Rajoy sigue instalado en su negativa mientras que el de CiU ha empezado a moverse para buscar aliados a nivel internacional.
Uno de los instrumentos fundamentales para encontrar apoyos entre políticos, empresarios e intelectuales de las capitales europeas es el Consell de Diplomàcia Pública de Catalunya (Diplocat), cuya misión es doble: reforzar la marca Catalunya como un territorio "competitivo" para salir de la crisis y explicar que sus ciudadanos quieren decidir su futuro de manera "libre, pacífica y democrática".
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