No estaban preparados para lo que les pasa.Mònica Fuillerat, de 35 años, yEric Puigdollers, de 37, no habían previsto encontrarse en su situación actual. Que nadie se confunda: en su casa nadie llora y no se masca tragedia alguna, solo prima la contención. Ambos tienen claro que no pueden seguir así, que las cuentas no les salen.
Mònica y Eric sondiseñadores gráficos y se conocieron estudiando la materia en Elisava. El principio de sus problemas es claro: la repentina falta de trabajo. Porque hace no mucho, había tantos encargos que Mònica decidió dejar suempleo fijo para asumirlos como autónoma. Ella dio ese paso en el 2004. Él, en el 2006.
Pero los encargos se espaciaron hasta esfumarse y llegó la dificultad. Quizá Mònica y Eric están serenos y pueden sonreír porque dentro de su desgracia, cuentan con un activo sin parangón. Porque esta pareja que les presentaEL PERIÓDICO es la pareja que no compró el piso. No hayhipoteca, ni banco que haga de su vida una pesadilla. Un gran alivio. "Nunca me fié", dice él.
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