Con derecho a voto

Joan Espinosa: "No tengo un modelo a seguir y el futuro no me lo imagino"

'Ni-ni'. Ni trabaja ni estudia. A sus 24 años, este leridano amante de la montaña avanza en sus días sin metas a medio ni a largo plazo. Solo intenta sentirse libre.

Trata de hacer en cada momento lo que siente que quiere hacer en ese instante. Nada más. Esa es la trayectoria de sus intenciones. Y su meta para sentir la libertad. Joan Espinosa ni trabaja ni estudia. Por lo tanto, no tiene horarios, ni coche, ni hipoteca, ni hijos, ni proyectos a medio o a largo plazo. Sí tiene novia. Ella estudia y él respeta esa opción, como la de tantos otros, pero no se ve trabajando en una empresa. Tampoco viviendo a costa de sus padres. Se espabila como puede, es unni-ni alternativo con pensamientos que difieren de lo común.

-¿Hasta qué edad estudió?

-¿Estudiar? Yo no era buen estudiante. Tenía problemas de dislexia. Pero, sobre todo, no entendía por qué tenía que estudiar. Yo quería viajar, pero a los 17 años, cuando acabé los estudios obligatorios, como no era mayor de edad, no me podía ir.

-¿Y qué hizo?

-Me apunté a un módulo de deportes de aventura de grado medio. Porque me atrae la montaña y me gusta escalar. Pero lo hice para llenar ese año, hasta que me pudiera ir.

-¿Adónde?

-Cuanto más lejos, mejor.

-Pero ¿de qué huía?

-No huía, buscaba mi libertad y pensé que, cuanto más lejos, más fácil me sería sentirla. Y me fui a Nueva Zelanda, simplemente porque una persona próxima me habló de alguien que estaba allí.

-¿Qué aprendió allí?

-A estar solo en la vida, porque estaba en otro país, lejos de casa. También aprendí un poco de inglés. Me fui sin tener nada claro y el viaje no me lo solucionó. De hecho, al cabo de un año de regresar, me volví a ir.

-¿Quién le pagaba los viajes?

-El billete, en buena parte, mis padres. Pero luego yo, a través de la organización Woofing [WorldWide Opportunities on Organic Farms]. Localicé familias que me daban alojamiento a cambio de ayudarles un tiempo con el trabajo de sus granjas. A veces dormía en la playa, hacía autoestop y miraba siempre de buscar una montaña para escalar.

-¿Es ese el estilo de vida que le gustaría llevar, como un nómada?

-No me lo planteo. Cada tres meses, más o menos, cambio de lugar. He llegado a dormir en un coche. Ahora, con unos amigos, hemos alquilado una casa muy barata en la montaña y la estamos arreglando para el invierno. No tengo un modelo a seguir y el futuro no me lo imagino. A mi alrededor todo funciona así. No tengo apenas amigos con un trabajo estable y un sueldo fijo a final de mes.

-¿Usted no lo ha tenido nunca?

-Sí. Una vez fui a Barcelona para hacer trabajos verticales, porque en los núcleos rurales del Prepirineo en los que me muevo no se pueden hacer. Y me pagaban bastante.

-¿Y no se sentía satisfecho?

-Es que, cobrando lo que cobraba, no llegaba a final de mes. Entre el alquiler y los gastos que supone vivir en Barcelona, no hacía más que trabajar y gastar. Yo prefiero hacer algún trabajillo o intercambios y no tener que trabajar durante bastante tiempo. Además, para mí, vivir con los horarios establecidos es estancarse. Me da tirria pensarlo.

-Una vida austera.

-Sí, hay una vida más sencilla. Yo quisiera ser autosuficiente, obtener mis alimentos sin supermercados.

-¿Qué piensa de la expresión ni-ni?

-Me parece despectiva, y en ese saco se mete a gente muy diferente. A mí me daría vergüenza vivir de mis padres más allá de los 18 sin estudiar.

-¿Para qué están los padres?

-Te dan ayuda moral. Los míos, si ven que estoy bien, están bien. En el colegio ya me daban por perdido. Considero normal que mantengan a los hijos, si están estudiando, hasta los 18, pero no más.

-¡Su novia estudia!

-Sí, quiere aprender sobre energías renovables.

-La mayoría estudia para trabajar.

-Es el ejemplo que te dan desde que naces. Te marcan un camino: estudiar, trabajar, tener hijos...

-¿Usted quiere ser padre algún día?

-¿Con esta sobrepoblación? No.

-¿Irá a votar?

-Sí, votaré en blanco. No estoy de acuerdo con nada de lo que hay, por eso no quiero que mi voto se lo lleve nadie. Pero soy bastante ignorante.

-¿Qué le diría al futuro president?

-Que escuche a la gente y procure para ella y no para las multinacionales y el gran capital.