El PP catalán vende desde hace meses como uno de sus ganchos electorales la presencia frecuente de Mariano Rajoy en Catalunya y la implicación de la cúpula con el equipo que capitanea Alicia Sánchez-Camacho. Ayer el partido envió una nueva señal de acercamiento y anunció que el comité ejecutivo nacional del PP se reunirá por primera vez en Barcelona el próximo 4 de octubre.

La puesta en escena del apoyo de Rajoy a Camacho se suma a las últimas visitas del primero a Catalunya. Tras reunirse el sábado en Barcelona con representantes de las casas regionales, el presidente del PP participó ayer en una reunión con representantes del sector del turismo en Castell-Platja d'Aro (Baix Empordà), fue entrevistado por una televisión local y participó en un mitin en Lloret de Mar, ante unas 600 personas.

Rajoy advirtió, como hizo el sábado, de que el PP no tiene intención de sumarse a debates identitarios, que definió así: «Juerga de debates sobre asuntos que no conducen a ninguna parte». Dijo que el PP catalán no será «la muleta de nadie», en una supuesta alusión a CiU, y subrayó que el partido que dirige rechaza cambiar la estructura del Estado.