Ante la sorpresa que causó en el PSOE la reacción de José Montilla tras la sentencia del Tribunal Constitucional, el PSC quiso dulcificar la indignación con apelaciones a la España plural de José Luis Rodríguez Zapatero. Miquel Iceta recetó tres medicinas: un Estatut recompuesto, una Constitución fortalecida y un PSOE más federal. Solo de lo primero tienen la palabra de Zapatero. De lo segundo y lo tercero, Iceta no concretó fórmulas ni calendarios, pero reconoció que «no será fácil».
Fiel a su estilo, el portavoz socialista fue muy incisivo con CiU y con su socio republicano en el Govern, a los que puso en un mismo saco. «Si ambos están de acuerdo, que inicien un proceso hacia la independencia». Presagiando el discurso posterior de Joan Puigcercós, Iceta clarificó las cosas a ERC: no hay entendimiento posible en el futuro si la secesión es la condición. Lejos quedan ya los tiempos en que los mensajes del tripartito se complementaban mejor.