El rey Juan Carlos comenzó ayer su primera vista oficial a Libia, después de que el líder del país norteafricano, Muamar Gadafi, copiara de algún modo la salutación que ofreció el Gobierno de Argelia al Monarca ante su visita en marzo del 2007. Si Argel anunció una posible subida del precio del gas, Gadafi advirtió de que está en estudio la nacionalización de las petroleras extranjeras.
Tras el amago por parte de Gadafi, lanzado este miércoles a través de una videoconferencia, el Gobierno libio ha tranquilizado al Ejecutivo español al asegurar que no tiene prevista una "dinámica nacionalizadora". Repsol-YPF, presidida por Antoni Brufau, uno de los empresarios que integra la delegación que acompaña al Rey, ha suavizado la tensión recordando que recientemente amplió sus contratos en Libia hasta el 2032. En todo caso, el Rey actuará de embajador de los intereses españoles en las conversaciones que mantendrá hoy con Gadafi.