La Piscina Municipal Miguel Luque encara la recta final del conjunto de obras de reparación y mejora, que empezaron a mediados de agosto como ya informó EL PERIÓDICO, con el objetivo de reabrir sus puertas al público durante la primera quincena de octubre.
Según ha explicado el alcalde, Jordi Seguer, estos últimos días se está poniendo apunto toda la maquinaria y se está trabajando en la mejora de la ventilación de la planta subterránea. Por otro lado, la colocación del gresite, tanto de la piscina grande como de la pequeña, está llegando a "su punto final", añade el alcalde.
El 1 de octubre se prevé empezar a llenar de agua los vasos de la piscina y realizar las pruebas necesarias con tal de "abrir la piscina al público cumpliendo todas las recomendaciones de CATSalut para el covid-19", explica el primer edil.
Las actuaciones no acabarán con la reapertura, ya que, dice Seguer, la voluntad es actuar en la cubierta, donde se habría detectado una serie de goteras y en el sistema eléctrico.
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