Agentes de la Policía Local de Parets y agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil entraron el pasado 21 de diciembre en un local del Barri Antic de esta localidad, ante la sospecha de que el propietario acumulaba animales exóticos para su venta ilícita. Los agentes locales tenían bajo vigilancia del inmueble desde hacía semanas, con indicios sobre la tenencia de animales protegidos.
Una vez inspeccionado el local, los agentes pudieron comprobar que había una veintena de animales de especies exóticas y protegidas entre serpientes e iguanas, y que el propietario no disponía de la documentación necesaria para su tenencia y custodia. Sin embargo, los agentes pudieron verificar que los animales se encontraban en terrarios y en buen estado de salud.
La Guardia Civil, que es el cuerpo policial con competencias en esta materia, ha abierto diligencias y la correspondiente denuncia administrativa por un presunto delito contra la flora y la fauna.