Michelle Williams había querido ser actriz desde muy pequeña y con 13 años ya había participado en varias series, como 'Los vigilantes de la playa'. Fue por ese motivo por el que decidió dejarlo todo y centrarse de lleno en la interpretación. Ese hecho le hizo dejar la escuela con 15 años y pedir la emancipación de sus padres. Lo hizo con el beneplácito de ellos, para poder sortear las estrictas normativas estadounidenses respecto al trabajo infantil.

Pronto le llegó la fama con la serie 'Dawson's Creek' ('Dawson crece'), junto a unos también adolescentes Katie Holmes, Joshua Jackson o James Van Der Beek.

De aquella época, no guarda muy buenos recuerdos: "Rodábamos 22 episodios por año. Pero los guiones nos llegaban con muy poco tiempo de antelación y no teníamos a nadie que nos dijera cómo interpretarlos. Más que una serie aquello parecía una fábrica. Todo era muy mecánico", ha asegurado sobre su paso por la ficción juvenil.

Reconocimientos cinematográficos

Posteriormente, se dedicó al mundo del cine y ganó muchos premios de interpretación: Emmy, Globos de Oro, SAG... Y le empezaron a llover las nominaciones a los Oscar: en 'Brokeback Mountain' (2006) -donde conoció al padre de su hija, el fallecido Heath Ledge-, 'Blue Valentine' (2011) y 'Manchester frente al mar' (2017) como mejor actriz de reparto y en 'Mi semana con Marilyn' (2012) y 'Los Fabelman’ (2023) como mejor actriz.

En esta edición, Williams era candidata por su papel en 'Los Fabelman', la película autobiográfica de Steven Spielberg donde la actriz se mete en la piel de la joven judía Mitzi que es, además, la madre del cineasta.

Pero ni siquiera ese personaje complejo y fascinante le ha valido para hacerse con el Oscar esta vez, que ha ido a parar a su homónima Michelle Yeoh.