La carta de Pedro Sánchez Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Lo que sea, por no dormir en el sofá

Solo aspira a regresar al lecho conyugal, y eso no hay movilización ciudadana que lo consiga si Begoña no transige

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, acompañado de su esposa Begoña Gómez. / EFE

Entiendo que Pedro Sánchez escribiera esa carta, cómo no voy a entenderlo, si me pasó lo mismo. Ambos olvidamos comprarle a nuestra esposa la o-bli-ga-to-ria rosa por Sant Jordi, el pasado día 23. A los solteros les parecerá un descuido fútil, pero esperen a casarse y a tener semejante olvido. Uno hace lo que sea para ser perdonado. En mi caso -y no fue fácil-, conseguir una rosa al día siguiente y confiar en la absolución de mi señora, quien, ella sí, me había obsequiado con el preceptivo libro cuando tocaba. En eso estamos todavía. Pedro Sánchez, acongojado como yo por el tremendo olvido, no encontró rosa alguna el día 24 -en Madrid resulta más difícil- y entró en pánico. ¿O piensan ustedes que es casual que la famosa carta se publicara al día siguiente de Sant Jordi?