Existe un método Puigdemont que no es cartesiano ni empirista, ni lógico ni científico. Lo que sabemos es que es personal e intransferible. A la larga, fungible; de entrada, emocionalista y fuera de la ley. Abunda en gestos extemporáneos y pre-modernos que se asemejan a las campañas estacionales de las guerras carlistas, con sus caudillos itinerantes. Carles Puigdemont ostenta un método rancio, con pronunciamientos decimonónicos, conspiraciones siempre fallidas como las de Lluís Companys y las proclamas de balcón de Francesc Macià. Por eso su léxico político no está contaminado por la modernidad ni las bajas necesidades de la sociedad de masas. Ofrece el excepcionalismo de la Catalunya del siglo XIX a lo que es un mundo de empresas emergentes, capitales de riesgo y volatilidad ciudadana.
Desperfectos Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
El método Puigdemont
Su manera de actuar es personal e intransferible. A la larga, fungible; de entrada, emocionalista y fuera de la ley
Puigdemont regresará el día de la investidura y dejará la política si no es elegido president
Puigdemont avisa a quienes cuestionaron "la estrategia del exilio" que es "el camino correcto"
Carles Puigdemont /
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