Lo del turismo no tiene freno. Al menos en lo que respecta a la capacidad humana de generar situaciones ridículas. Tales como esta moda que parece que se ha hecho viral en las redes, sobre todo en tik-tok. Se trata de salir por la boca del metro de la estación de Sagrada Família y colocar el móvil en las escaleras mecánicas de tal modo que la cámara enfoque a los usuarios mientras, poco a poco, al fondo, aparece la basílica. Los usuarios, claro, se están quietos (o dando la nota, que viene a ser lo mismo), de espaldas a Gaudí, y, ya que las escaleras suben solas, el efecto es exactamente el de una aparición, la entrada en un universo nuevo. No se trata de ir a ver un monumento, de acercarse a él y de admirarlo, sino de permanecer impávidos (o dando la nota, que viene a ser el mismo) mientras es el monumento el que viene a ti. Algunos dicen que es la mejor salida del metro del mundo, algo que no estoy en condiciones de calibrar, pero el hecho es que creo que genera tanta expectación justamente por eso que digo. Representa la esencia del turismo de masas. Ya no se trata de descubrir, de avanzar hacia lo desconocido, sino de procurar que tú seas el actor principal y que sea la nueva experiencia (el monumento, el paisaje, lo que queramos) quien te descubra a ti. No vas a encontrarte con la Sagrada Família. Es ella la que te encuentra a ti. Hay que añadir, además, por supuesto, el afán gregario y el hecho de poder decir que has hecho todo lo que los demás hacen, pero la clave de esta moda es convertirse en protagonista y dejar que todo lo demás sea accesorio.