Limón & Vinagre Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Marisa Paredes. Esa elegancia

De aquella iniciativa juvenil al reconocimiento general de un público que la sigue premiando sin mayor reserva que la que puedan manifestar aquellos que anteponen el recelo ideológico a la intensidad artística

Marisa Paredes con el Goya de Honor durante la 32 Edición de los Premios Goya. / Juan Manuel Prats

Hay estilos que marcan a las personas. Y elegancias que sobrepasan los vestidos para mostrar el carácter de quien los luce porque no siempre lo uno determina a lo otro aunque ayude e incite. Y tampoco hacen falta los tiros largos para demostrarlo. Lo saben bien los actores y las actrices entregados a la tarea de simular otros cuerpos y otras vidas escondiendo las propias a beneficio de la obra y su personaje. Aun así, también en este colectivo, como en la sociedad en su conjunto, la manera de actuar, de comportarse, determina diferencias notables. Incluso sin decir nada porque saber estar es un arte en sí mismo y aunque se estudie, no siempre se aprende. Hay un sexto sentido que, para quien lo tiene, no atiende a más razones que las propias y se desarrolla de acuerdo a cánones no reglados.