Elecciones en Catalunya Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Duelo de odios

Esquerra ha cometido un doble error infantil intentando sin éxito pillar a Puigdemont en fuera de juego y convirtiéndole en la gran estrella de la campaña

Puigdemont inicia este jueves su apuesta por volver a ser president y no eurodiputado

Aragonès firma el decreto de convocatoria y Catalunya pone rumbo a las elecciones del 12-M

Puigdemont quiere volver a España tras las elecciones catalanas de mayo / ATLAS

La política catalana es este extraño teatro donde nada es lo que parece y mucho menos lo que se dice. Es cuanto menos curioso que, cinco minutos después de pactar la amnstía con el PSOE, Pere Aragonès le diga al PSC que es su “adversario electoral” y Jordi Turull sentencie que “Illa no será presidente con los votos de Junts”. Ya sabemos que el independentismo se muestra bipolar para tratar de parecer lo que no es y ser lo que no parece, pero no deja de sorprender que por la mañana uno exhiba el pacto con Sánchez y el otro se reúna con Santos Cerdán, y por lo tarde los dos declaren que el PSOE es su enemigo. Todo este teatrillo esquizofrénico solo tiene una finalidad, aunque sea a costa de su crediblidad: intentar aislar el PSC, favorito en todas las encuestas y por lo tanto, el rival a batir. La virulencia de Esquerra contra los socialistas un segundo después de convocar las elecciones, aunque sea fingida, dificulta cualquier pacto de gobierno entre ellos posterior al 12-M. Y si este acuerdo es difícil, imagínense cómo puede llegar a ser una negociación entre Puigdemont y Junqueras, inmersos en una guerra fratricida desde 2017, a la que han arrastrado sus correspondientes ejércitos.