11M Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Aznar, hoy, se iría de rositas

¿Alguien cree que sería posible, hoy, cambiar la opinión de millones de votantes del PP en pocos días?

José María Aznar, durante su comparecencia del 11 de marzo de 2004. / David Castro

Aquel maldito jueves yo estaba en el Institut Europeu de la Mediterrània (IEMed), en Barcelona, cuando saltó la noticia. Varias bombas habían provocado una masacre en la estación de Atocha de Madrid. El Gobierno lo atribuía a ETA. ¿Por qué no, si ETA tenía en su sangriento haber cientos de asesinatos? Incluso José Luis Rodríguez Zapatero, o el lendakari vasco lo creyeron. Sin embargo, en el equipo del IEMed las dudas fueron inmediatas. Olía a atentado yihadista. Decidí llamar a Omar Azziman, ministro marroquí de Justicia, con el que tenía cierta amistad. No tenía pruebas, pero coincidíamos. Sobre las 12, me devolvió la llamada para expresar su pésame. Ya no tenía duda alguna. Era obra de Al Qaeda. Lo hice saber al presidente de la Generalitat. Mientras esto ocurría, José María Aznar llamaba a los directores de los medios. El director de TVE, Alfredo Urdaci, el de 'El Mundo', Pedro J. Ramírez, y el de la Cope, Federico Jiménez Losantos, se ponían manos a la obra, al servicio de la mentira.