Trabajo y ocio Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

¿Solo 40 horas?

La reducción de la jornada laboral y la reforma horaria son imprescindibles para ampliar el tiempo libre, pero para asegurar que este se convierte en tiempo de calidad habrá que abordar las políticas de conciliación

El derecho al tiempo: el próximo gran reto de las administraciones

Una trabajadora ficha en un aparato de control horario al empezar su jornada laboral. / ELISENDA PONS

Reducir la jornada laboral ha conseguido tal consenso que incluso la derecha ha optado por una abstención en la votación de la propuesta en el Congreso de los Diputados. Es arriesgado cuestionar que 40 horas son abusivas para compatibilizar el trabajo remunerado con otros compromisos. Ahora bien, antes de reducir horas, quizás convendría que nos aseguráramos de las horas reales que destinamos diariamente al trabajo. Nos sorprenderá darnos cuenta que dedicamos mucho más que ocho horas en el día, aunque el salario no se vea en ningún caso incrementado.