Nuestro mundo es el mundo Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

¿Colorín, colorado?

La gran crítica a la amnistía es que no es un gesto político discutible, sino un duro precio mercantil pagado a Puigdemont, que tiene solo siete escaños pero es la bisagra obligada para Sánchez

El Gobierno descarta ahora recortar las instrucciones judiciales y fía la amnistía a la presión sobre Junts

El fiscal propone que García Castellón siga investigando Tsunami al ver los indicios contra Puigdemont "demasiado abiertos"

Pedro Sánchez, con rostro serio, el pasado martes en el Congreso tras el rechazo de Junts a la amnistía. / JOSÉ LUIS ROCA

La amnistía a los dirigentes del 'procés' es un asunto difícil, polémico y que está agitando e inflamando la política española. Para abordarla con un poco de ecuanimidad creo que hay que partir de dos premisas. La primera es que una amnistía con un sólido apoyo parlamentario y un Gobierno fuerte sería una operación arriesgada, pero podría contribuir a cerrar la gran crisis catalana y española de 2017.