Tecleo en el ordenador con un murmullo acuático de fondo. Un aguacero de lata. Una melodía prefabricada que se titula ‘Tormenta relajante’, en la absurda esperanza de que la atmósfera se contagie por ósmosis sonora. Ya no recuerdo cuánto hace que no cae esa lluvia con ganas que lava árboles y espíritus. Las nubes nos esquivan desde hace un par de años. Barcelona, Girona y otros 200 municipios catalanes se encuentran en fase de emergencia por la más grave sequía desde hace un siglo, que ha dejado bajo mínimos los embalses del sistema Ter-Llobregat. ¿Hasta cuándo? Ni se sabe. Estremece saber que árboles, parques y jardines recibirán solo «riego de supervivencia».
La espiral de la libreta Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
La sequía y el gran hartazgo del campo europeo
La emergencia reduce en un 80% el riego agrícola
Tractores marchan por las calles y carreteras de Valladolid para visibilizar el malestar del sector agrario /
Temas
Lo más visto
- Esto es lo que más mira Hacienda este año de tu declaración de la renta
- La Generalitat dará 15.876 euros a los catalanes menores de 30 años que se den de alta como autónomos
- Barcelona retoma el reto de brindar por fin a la Sagrada Família su escalinata
- Albiol deja en la calle a los ocupas de uno de los edificios de Badalona desalojados tras el derrumbe mortal
- El pantano de Talarn llega al máximo de su capacidad y empieza a desembalsar agua