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Los retos de Aragonès para la reelección

El president de la Generalitat, Pere Aragonès.

EL PERIÓDICO adelantó este jueves que hoy Esquerra designará a Pere Aragonès como candidato a la presidencia de la Generalitat en las elecciones que deben celebrarse, como mucho, dentro de un año. Hace bien Esquerra en dar este paso para evitar las especulaciones sobre un hipotético regreso de Oriol Junqueras si prospera la amnistía. Un año en estas circunstancias habría agravado la sensación de suplencia que arrastra. Aragonès, ya casi nadie se acuerda, sucedió a Quim Torra, posiblemente el presidente más nefasto de la historia de la Generalitat al que no querían ni los suyos. Convirtió la institución en un circo y no tenía ni idea de la gestión del día a día, incluyendo una pandemia como el covid. Aragonès, ya casi nadie se acuerda, accedió a la presidencia gracias a un pacto con Junts que Puigdemont no quería. Finalmente, Puigneró y el resto de consellers de esta formación abandonaron el Govern tras meses de ruido permanente. Aragonès, ya casi nadie se acuerda, afrontó el reto de gobernar con solo 33 diputados y el suyo no ha sido un ejecutivo Dragon Khan. Pasará a los anales de la política por ello. Ha sido estable, también gracias a las alianzas cruzadas con el Congreso de los Diputados, y ha aprobado los presupuestos. Incluso podría hacerlo también este año como veremos en las próximas semanas. Aragonès, ya casi nadie se acuerda, ha puesto orden en la institución, ha estabilizado la gobernación y ha abierto una nueva etapa. Ha sido el perfecto antagonista de Torra.