Limón & Vinagre Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Federico X: monarca y hombre rana

El nuevo rey no es tan popular como su madre, pero es muy representativo de una dinastía que ha sabido ganarse la representatividad simbólica del país

Dinamarca se vuelca en Federico X con una mezcla perfecta de sobriedad y apoyo

Reinado de Margarita II de Dinamarca: ¿por qué es la reina más 'cool' e intelectual de Europa?

El rey Federico X de Dinamarca saluda desde el balcón del Palacio de Christiansborg en Copenhague / Jonathan NACKSTRAND / AFP

Desde ayer reina en Dinamarca Federico X. Una ceremonia breve, sobria y casi burocrática le llevó al trono al que abdicó inesperadamente la reina Margarita, de 83 años. Además de jefe del Estado, Federico es ahora la cabeza de la Iglesia Evangélica Luterana de Dinamarca, organización eclesiástica viejuna, gris y aburrida que solo se ha distinguido por intentar destruir al único gran filósofo que ha tenido el país, el bueno de Kierkegaard, tan peligroso como un colibrí mojado. Nada de kierkegaardiano puede detectarse en la figura de Federico, simpático e informal en el trato, encantado de haberse conocido, aficionado a los coches caros, al deporte, a las fiestas y, según unos, al amor y, según otros, a acostarse con lo que se le ponga a tiro, pese a tener esposa (la ahora reina consorte Mary) y cuatro hijos. Esta fama de ligón enredador pero discreto es ligeramente inverosímil: habla demasiado y con cierta torpeza, es más bien bajito y su amor al deporte no ha esculpido un físico impresionante. Y, sin embargo, hace poco una revista del corazón lo pilló en Madrid con una señora hermosa y discreta de la aristocracia española. Federico es un poco más que un informal y un poco menos que un sinvergüenza.

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