Una tradición tan catalana en estas fechas como los canelones o moler a palos al tió, es lamentar el nombre que sus papás ponen a los primeros bebés del año. A los catalanes de bien nos gusta que los niños de los demás se llamen como nos gusta a nosotros, otra cosa será alimentarlos, eso no, el nombre tiene que ser de nuestro agrado pero después que se encarguen sus familias de mantenerlos. Esta vez al primer catalán le han puesto Jacob, y ni siquiera siendo nombre de patriarca bíblico se ha librado de las críticas, tomen nota quienes se llamen Isaac o Abraham, sepan que empiezan a ser sospechosos de poco catalanes, da igual dónde hayan nacido, el nombre hace la catalanidad. Ni siquiera los Moisés se salvan, y eso que lo de tirarnos años en pos de la tierra prometida sí que es catalán.
Nombres Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Los primeros no catalanes del año
Para que los guardianes de la catalanidad consideren catalán a un recién nacido, no basta con que nazca en Catalunya, sino que debe tener nombre inequívocamente catalán
El primer catalán del año nace en la Seu d'Urgell poco después de medianoche
Nacimiento de un bebé. /
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