La oficialidad del catalán Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Traducir por 132 millones, un regalo

Cuanto más dinero cuesta algo, más dinero hay a repartir entre quienes lo promueven, y además es dinero público, o sea, de todos, o sea, de nadie. ¿Cabe negocio más sencillo?

Bélgica se compromete a debatir la oficialidad del catalán en su presidencia de la UE

Bruselas cifra en 132 millones de euros el coste de la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera

Sede del Parlamento Europeo / Agencias

En Europa no se enteran de nada. Rechazan que el catalán, el vasco y el gallego sean oficiales, porque es demasiado caro. Pues claro que es caro, de eso se trata. Esos europeos ignoran que lo bueno del asunto es precisamente que sea caro, así hay más dinero a repartir en comisiones y así van a ganar más dinero los que se hagan con el contrato, que van a ser amigos o correligionarios (o deberían serlo, a poco bien que se hicieran las cosas), en el improbable caso de que se pueda ser una cosa sin ser la otra. Las cosas en Catalunya funcionan así desde siempre, parece mentira que en la vieja Europa, que se creen tan listos, no hayan entendido nada. Cuanto más dinero cuesta algo, más dinero hay a repartir entre quienes lo promueven, y además es dinero público, o sea, de todos, o sea, de nadie. ¿Cabe negocio más sencillo? Con esa extraña austeridad que no sé por qué se emperran en practicar, los europeos no van a salir nunca de pobres. Si nos dejaran a nosotros, doblaríamos el presupuesto para traducciones -132 millones anuales son una bagatela- y lo adjudicaríamos a quien se nos antojara, como siempre. Si hace falta fraccionar el contrato para que pase más disimulado y sin necesidad de concurso público, se lo encargamos a Laura Borràs, toda una experta en el tema, que ahora tiene tiempo libre. Seguro que en toda Europa no hay otra como ella, por lo menos en libertad.