Esquerra completó este jueves su pacto para apoyar la investidura de Pedro Sánchez. Los mecanismos negociadores entre el PSOE y los republicanos están muy engrasados desde el 2019. Eso no quiere decir que sean fáciles, pero se saben las maneras, las fortalezas y las debilidades. Esquerra había desplegado tres carpetas y tenía un especial interés en presentarlas por fases. La de una amnistía que ya pidió hace cuatro años cuando solo logró los indultos. La pervivencia de la mesa de diálogo entre gobiernos. Y lo que, en el argot del partido de Junqueras, Aragonès y Rovira llaman la carpeta de la gente que se concretó finalmente en la ampliación del traspaso del servicio de Rodalies y la condonación de una parte de la deuda que acumula la Generalitat. En el fondo, lo que ha buscado Esquerra es que se le reconozca su papel de rompehielos en la senda de la negociación y del abandono en la práctica del unilateralismo a la vez que se ponga en valor que Aragonès además del nombre también tiene la presidencia.