Contexto Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Preguntas para una guerra

La estrategia de Netanyahu parece más de revancha y castigo que una respuesta efectiva para intentar conseguir un estado seguro donde los judíos de Israel, puedan vivir en paz

La peor noche de bombardeos aéreos en Gaza / MOHAMMED SABER (EFE)

Con el anuncio de entrar en una nueva fase, el primer ministro de Israel, Binyamin Netanyahu, ha reconocido que la guerra va a ser larga y difícil. Pero desde que se produjeron los ataques continuados por tierra mar y aire, tras la criminal incursión de Hamás en territorio judío el pasado 7 de octubre, es difícil entender que al ritmo actual de 2.500 muertes por semana esto pueda ser muy largo. ¿Cuánta gente debe morir antes de parar la contienda? El problema es que buena parte de las víctimas actuales no son estratégicas para el final del conflicto y salvo algunas ejecuciones directas de mandatarios militares de Hamás, sus milicias siguen esperando una invasión de Gaza para salir de sus túneles y medirse por fin cara a cara. En ese momento el fuego aéreo, donde Israel domina, tendrá que cesar porque podría acabar impactando entre sus propios soldados. Ahí empieza otra guerra, donde se multiplican las preguntas.