Medicina con mirada de género

Auguste Deter y las mujeres que existen con Alzhéimer

El 50% de los casos leves de Alzheimer no están diagnosticados

El nombre de Auguste Deter puede no decirnos nada, pero si tiramos del hilo de su vida y muerte, allá a finales del siglo XIX, en Alemania, brilla con una luz especial. Su historia, la de una mujer joven enferma sin solución, con pérdidas de memoria y comportamientos erráticos que la hacían entrar y salir continuamente de sanatorios, documentó el primer caso de una demencia a la que puso nombre el doctor Alois Alzheimer, aunque nada pudo hacer por ella. Auguste, Deter era su apellido de casada, se convirtió en la fuente de conocimiento para desarrollar patrones de conducta, síntomas y respuestas neurológicas a partir de las que tratar la enfermedad descubierta. Pero tanto en la investigación desplegada en este terreno como en tantos otros, la perspectiva de género no solo se ha borrado, sino que se ha despreciado. Solo en los años recientes se han alzado voces y estudios que reclaman más atención por el impacto del género en la medicina, casualmente a medida que las mujeres han alcanzado el poder para impulsar políticas y estudios, protocolos y todo un abanico de formas de concienciación de esta realidad: hay un sesgo claro en los estudios y en los tratamientos, heredado de otras épocas pero resistente al cambio.