¿Está realmente en crisis el 22@?

Durante las últimas semanas han aparecido, en algunos medios de la ciudad de Barcelona, noticias alarmantes sobre una posible crisis del Distrito 22@. Algunos colectivos vecinales han llegado a hablar de que se trataba de “un modelo de fracaso” que había que cambiar, de un modelo agotado y que el suelo de la zona se debería dedicar al uso residencial. Es curioso, este fue precisamente el debate que tuvo lugar a finales del siglo pasado y que llevó al Gobierno municipal a promover el actual Distrito 22@ como espacio urbano compacto con mezcla de usos, que hoy es un modelo que se aplica en las ciudades más dinámicas del mundo. A esta campaña han respondido distintos representantes del mundo empresarial del actual distrito, destacando los éxitos del 22@ como espacio atractor de talento e inversiones, motor económico fundamental de la ciudad de Barcelona. El actual fenómeno de la existencia de espacio de oficinas disponible, que algunos evalúan en unos 300.000m2, seria debido a dos fenómenos que han coincidido en el tiempo. Por un lado, el ciclo económico y el largo periodo de maduración de toda inversión inmobiliaria, junto con el hecho cierto de que, después del covid, se ha generalizado el fenómeno del teletrabajo, de manera que hoy es frecuente que empresas tecnológicas tengan una presencialidad media de unos tres días por semana, con lo que aumenta el espacio disponible. La realidad es que el Distrito 22@ es hoy una marca internacional de referencia, cuyo modelo se esta aplicando en todo el mundo, donde trabajan unas 150.000 personas que generan una fuerte demanda en el sector servicios, que se puede estimar en unos 300.000 puestos de trabajo adicionales. Es pues un caso de éxito, sin el cual hoy la ciudad de Barcelona sería una ciudad de servicios dedicada principalmente a atender visitantes temporales, turistas o profesionales que participan en ferias y congresos. Dicho esto, también es cierto que el actual distrito tiene algunos retos importantes que voy a sintetizar en pocas líneas y que deberían ser abordados con toda urgencia, si no queremos que la crisis sea real en pocos años. El modelo que se diseñó y se aplicó con éxito hace más de 20 años necesita un nuevo impulso, se ha quedado anticuado. Hoy en el mundo se aplica un modelo resultado de la evolución del modelo original iniciado en Barcelona. Mi libro 'Distritos innovadores', publicado el verano pasado, lo explica con todo detalle. Podríamos agrupar estos aspectos a modificar en dos grupos. En un primer grupo estarían las pérdidas o errores que se han producido durante estos 20 años por distintas causas. Se trataría, entre otras, de la pérdida de la gobernanza inicial, con efectos negativos sobre el liderazgo y la gestión del distrito. El déficit de mecanismos eficientes para asegurar el necesario pacto público-privado propio de estos proyectos. También el escaso uso del suelo 7@, dedicado a estructurar el territorio urbano en formas de 'clústers' de especialización donde el conocimiento y la actividad empresarial tienen su espacio natural. En caso contrario, no se trata de un ecosistema innovador sino de un parque empresarial. En el segundo grupo podríamos situar las lecciones aprendidas de la experiencia de otras ciudades del mundo, que han demostrado la necesidad de proceder a una revisión del modelo inicial. Serían, entre otras, las medidas para actuar contra el fenómeno de la gentrificación o la necesidad de incrementar el suelo dedicado a usos residenciales. El fenómeno de la gentrificación de los barrios próximos al distrito, que debería haberse abordado hace mucho tiempo, sigue actuando en contra de los vecinos de estos barrios, cuando existen suficientes experiencias para actuar decididamente en este sentido. El fenómeno de la falta de vivienda en el Distrito 22@ representa una lección aprendida de la práctica de estos espacios urbanos durante los últimos años. Actualmente, los nuevos distritos se diseñan con un porcentaje de vivienda de entre el 30% y el 40 %, con distintos tipos entre la vivienda publica y la privada, pasando por fórmulas residenciales del tipo 'coliving'. Todo ello nos lleva a la necesidad urgente de proceder a la reconversión del actual Distrito 22@ y a la transformación del suelo industrial del Besòs, siguiendo ya el modelo de distrito innovador que hoy se esta aplicando en muchas ciudades del mundo.

¿Está realmente en crisis el 22@?

El modelo de distrito innovador que inició Barcelona es un caso de éxito, sin el que hoy Barcelona sería hoy una ciudad de servicios, pero se ha quedado anticuado y necesita un nuevo impulso

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