Durante la negociación del Estatut de Catalunya del 2006 en el Congreso de los Diputados, el entonces secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño explicó que aquello era como el juego del pañuelo. El PSOE de Zapatero puso sobre la mesa lo que estaba dispuesto a transaccionar y provocó la pugna entre la entonces CiU de Mas y Duran y la Esquerra de Carod y Puigcercós. El pañuelo se lo llevaron los convergentes con aquel pacto de madrugada en la Moncloa en el que se cambiaron los recortes del Estatut a cambio de una futura investidura de Artur Mas, pero entonces el que cobró por adelantado fue Zapatero. El PSC no se dio por concernido y, meses después del referéndum, José Montilla alcanzó la presidencia de la Generalitat. Artur Mas jamás ha tenido que dar explicaciones por aquel episodio que está en la base de algunas de las cosas que pasan ahora. Lo que ahora es Junts da por descontado que representa a Catalunya. Y en Madrid muchos se lo creen.
NEWSLETTER Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Otra vez el juego del pañuelo
Míriam Nogueras (Junts) y Gabriel Rufián (ERC).
Lo más visto
- La Generalitat dará 15.876 euros a los catalanes menores de 30 años que se den de alta como autónomos
- El pantano de Talarn llega al máximo de su capacidad y empieza a desembalsar agua
- Junqueras dejará la presidencia de ERC para intentar atajar la crisis interna
- La Guàrdia Urbana de Badalona no puede tramitar denuncias porque no tiene papel
- Omella confirma el derribo de la parroquia de l'Esperit Sant de Barcelona y suspende a su párroco