NEWSLETTER Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Otra vez el juego del pañuelo

Míriam Nogueras (Junts) y Gabriel Rufián (ERC).

Durante la negociación del Estatut de Catalunya del 2006 en el Congreso de los Diputados, el entonces secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño explicó que aquello era como el juego del pañuelo. El PSOE de Zapatero puso sobre la mesa lo que estaba dispuesto a transaccionar y provocó la pugna entre la entonces CiU de Mas y Duran y la Esquerra de Carod y Puigcercós. El pañuelo se lo llevaron los convergentes con aquel pacto de madrugada en la Moncloa en el que se cambiaron los recortes del Estatut a cambio de una futura investidura de Artur Mas, pero entonces el que cobró por adelantado fue Zapatero. El PSC no se dio por concernido y, meses después del referéndum, José Montilla alcanzó la presidencia de la Generalitat. Artur Mas jamás ha tenido que dar explicaciones por aquel episodio que está en la base de algunas de las cosas que pasan ahora. Lo que ahora es Junts da por descontado que representa a Catalunya. Y en Madrid muchos se lo creen.