Independentismo Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

La gran confusión

Ni Catalunya es homogénea, ni España es uniforme. Dicen que la política es el arte de lo posible, pero me temo que hay demasiada gente empeñada en desmentirlo

La tramitación parlamentaria de la amnistía complica la negociación del PSOE con Junts

El Gobierno llama "golpista" a Aznar por su andanada contra la amnistía

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, interviene en la inauguración del Campus FAES 2023 este martes en Madrid. EFE/ Daniel Gonzalez

Han pasado seis años. El paseo de Gràcia rebosaba de banderas y manifestantes independentistas, muchos más que en esta última Diada. Aquella tarde habíamos instalado los micrófonos de la radio en el primer piso de una de las casas modernistas más hermosas del Eixample y la panorámica desde las alturas era formidable. Compañeros -y algún jefe- que habían viajado desde Madrid, y que nunca habían vivido un Onze de Setembre, estaban boquiabiertos. Tuve que aclararles -también a los oyentes- que esas imágenes transmitían un mensaje civil y político muy potente, pero que no representaban a todos los catalanes. Como mucho a la mitad. Ese era entonces el meollo de la cuestión y creo que lo sigue siendo seis años después: la confusión -interesada- de quien habla en nombre de un país sin tener el respaldo de muchos de sus habitantes. Pocas semanas más tarde, el 1-O enterró cualquier esperanza de reconducir las cosas. Por el empecinamiento de unos en darle pátina de legalidad a algo que no lo tenía, y por la cerril reacción de los otros, apaleando manifestantes, encarcelando a dirigentes políticos y encausando a un montón de gente por algo que jamás debió haber llegado a los tribunales.