No puedo estar más de acuerdo con José María Aznar: basta ya. En efecto, basta ya de imponer una única forma de ser español o de ser catalán. Basta de azuzar discordia, de pensamiento guerracivilista, de usar a la ligera palabras tan gruesas como terrorismo, derechos humanos, libertad e igualdad. Basta de menospreciar a quienes hablan otros idiomas, de cubrir las miserias con banderas, de erigirse en portavoz de la nación, el pueblo o la gente, de construirse atalayas desde las que pontificar a los demás qué identidad deben abrazar. Basta ya, en definitiva, de denunciar el nacionalismo en el ojo ajeno y no verlo en el propio, que al fin y al cabo lo que más se parece a un nacionalista es otro nacionalista.
Décima avenida Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Vientos de banderas
Tras una legislatura de políticas sociales, la investidura reabre la crisis territorial que nunca llegó a solucionarse
El Gobierno acusa a Aznar de “comportamientos golpistas”
Lo más visto
- La madre de Moisés habla alto y claro sobre la victoria de Óscar en 'Pasapalabra'
- Estas zonas de España estarán 'bajo el agua' en 2050 por la subida del nivel del mar
- Las otras muertes de José, el abuelo que ha matado a sus nietos en Granada
- Irán confirma la muerte de su presidente, Ebrahim Raisi, en un accidente de helicóptero
- Estado Islámico reivindica el atentado en Afganistán en el que murieron tres turistas catalanes