APUNTE

El adiós de Rubiales es insuficiente

RUBIALES

Una chispa. A veces simplemente hace falta eso. Un chasquido, un golpe, un beso, que lo cambie todo. Y cuando eso pasa, cuando esa ira adormecida durante décadas despierta, ya no hay vuelta atrás. Se acabó, pero no solo para Rubiales y Vilda, debe ser el fin de ese sistema federativo, repleto de vicios del pasado, que ha perpetuado durante años un trato desigual hacia ellas.