Sentencias del TGUE Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Yo escribo tu nombre, inmunidad

El Vivales es inmune al decoro y al pudor, diga lo que diga la justicia

Carles Puigdemont.

Por más que la justicia europea lo intente, privar de la inmunidad al Vivales es ontológicamente imposible. La inmunidad la lleva de nacimiento, y eso no lo puede suprimir justicia alguna, salvo la divina. El Muy Inmune Expresidente es inmune al sentido del ridículo, a la vergüenza, a la dignidad, a la decencia y a cualquier otro sentimiento que tenga que ver levemente con el honor. Uno le oye hablar de trincheras, de guerras, de conflictos, de opresión y de lucha mientras se está zampando un filete en su mansión de Waterloo, y no tiene dudas de que el Vivales es inmune al decoro y al pudor, diga lo que diga la justicia. E inmune al trabajo, por supuesto. Me recuerda al tío Eremián, el protagonista de un cuento de Fontanarrosa al que toda la familia admira porque nadie lo ha visto jamás trabajar. Los pocos fieles que todavía tiene el Vivales deben de admirarle por eso mismo, que es en lo único que destaca. Y por su inmunidad, claro.