Personalidades italianas Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Dioses y demonios

Las muertes de Silvio Berlusconi y Nuccio Ordine son útiles para contrastar dos maneras muy distintas de entender la vida

Funeral of former Italian Prime Minister Silvio Berlusconi at the Duomo Cathedral, in Milan

Si no fuera porque mi ateísmo es a prueba de bombas, alguna vez podría flaquear. Por ejemplo, cuesta creer que la coincidencia en las muertes de Silvio Berlusconi y Nuccio Ordine sea, simplemente, casualidad. Lo que sí resulta es útil para contrastar dos maneras muy distintas de entender la vida. Puede parecer una comparación desigual, porque la repercusión -incluidos el luto oficial y los honores de Estado- por el fallecimiento de “Il Cavaliere”, supera por goleada a las muestras de consternación que también ha generado la desaparición del escritor. Pero, a veces, el tamaño no importa. Así que vayamos al ejercicio. Pragmatismo frente a utopía podría ser una primera aproximación, pero se queda corta. Berlusconi elevó a la enésima potencia la frase, falsamente atribuida a Maquiavelo, de que “el fin justifica los medios”. Su dilatada trayectoria política y empresarial aparece salpicada de escándalos, sospechas, denuncias y alguna condena. Homófobo y machista hasta la náusea, son legión los italianos que quieren parecerse a él, porque encarna el retrato del triunfador: rico, poderoso…y listo, al que nunca acabaron de pillar. O sea, una precuela de Trump.