Sumar Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Salvaje Yolanda

Yolanda Díaz, fuerte con los débiles y débil con los fuertes, encarna la nueva izquierda blanda que sustituye a la izquierda dura de Podemos

Yolanda Díaz.

Sabíamos que la política es cruel y despiadada, y que las diferencias internas en los partidos son las más sangrientas, y se dirimen a menudo con el primitivismo de una reyerta a navajazos en plena calle. Pero pocos ajustes de cuentas tan bestiales se recuerdan como el perpetrado por Yolanda Díaz en Sumar con Irene Montero y Pablo Echenique, decapitados salvajemente en una cacería 'ad hominem' contrarreloj, en la que ya sin caretas descubrimos que la tan cacareada unidad de la izquierda era en realidad un eufemismo para ejecutar una 'vendetta' pública sin ningún escrúpulo. Efectivamente, había que terminar en primer lugar con Echenique, la voz de Podemos, arquitecto de buena parte de las medidas e impuestos contra los más poderosos: con su caída, la coalición que dice sumar ha restado de su capital la única cara visible que tenían los minusválidos y discapacitados de este país, y los ha dejado tirados. Pero no nos engañemos, Echenique era solo la antesala previa a la pieza más codiciada, la denostada y perseguida Irene Montero, a la que en este salvaje oeste de la izquierda llevaba desde hace tiempo colgado el cartel de 'Wanted' y había que sacrificar en la plaza pública como un ritual medieval por ser una ministra valiente, popular y contestataria, y en consecuencia peligrosa.