NEWSLETTER Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Tríptico de Barcelona

Collboni y Trias, el 5 de mayo, en un acto previo a la campaña electoral, en el mercado de la Boqueria / Ferran Nadeu

Se habla mucho estos días de cómo terminará la investidura del nuevo alcalde de Barcelona. Nos lo piden a los periodistas y lo más honesto que podemos decir es que los políticos parece que no lo han decidido. La gente menos politizada lo considera fácil: si ha ganado Xavier Trias, que gobierne Trias. Cuenta con 11 concejales de un total de 41. En el año 2011 ya sudó la camiseta para gobernar con 14 concejales en su equipo, uno de los cuales era un trabajador infatigable como Joaquim Forn. El exalcalde ha sido sincero cuando ha dicho que a le gustaría gobernar con el PSC y Esquerra, con los que sumaría 26 concejales, una sólida mayoría absoluta pero sometida a algunas tensiones, tanto en el eje nacional como en el ideológico. Si tiene que elegir entre uno de estos partidos, posiblemente Trias prefiera a Collboni, con quien se aseguraría una mayoría absoluta de 21 antes que con Esquerra puesto que, con 16, poco se puede hacer, sería compartir el poder para nada y tendría 19 votos en contra para cualquier cosa. La convocatoria anticipada de las elecciones generales hace que casi casi la mejor opción para Trias ahora sea salir elegido como el cabeza de la lista más votada. Sin pactos. La primera gran votación en la que necesitaría 21 concejales serían los presupuestos, al final del otoño. Trias lo tiene fácil, quedándose quieto y bailando con unos y con otros para que no pacten en su contra tiene suficiente.