La última vez que Pep Guardiola pudo apoyarse la Champions sobre la cabeza fue en la temporada 2010-2011 tras una exhibición futbolística en Wembley ante el United. Un bellezón de partido aquel (3-1). No se puede decir lo mismo de la representación de Estambul. Faltó el componente artístico en la final que encumbró de nuevo como se merece a Guardiola, personaje referencial en la evolución del fútbol mundial. Aún no es el técnico con más orejonas -honores para Ancelotti- pero es indudablemente un reto a su alcance a la vista del potencial recorrido de este Manchester City.
APUNTE
La culminación por la vía menos guardiolista
Guardiola sonríe con el trofeo de la Champions en sus manos durante la celebración del City /
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